Continuamos con la preparación de la semana por excelencia » La Semana Santa».
Hoy repasaremos dos momentos de la última semana de Jesús, el : Martes Santo y el Miércoles Santo.
A la vez haremos reflexión sobre el Triduo Pascual que ya esta cerca.
¿Que recordamos estos días?
MARTES SANTO
Es el día en el que Jesús anuncia su muerte, causando un gran pesar ante sus discípulos.
MIÉRCOLES SANTO
Recordamos la triste historia de uno que fue Apóstol de Cristo: Judas. Así lo cuenta San Mateo en su evangelio: Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: «¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?». Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento, andaba buscando una oportunidad para entregárselo
MARTES SANTO
El principal suceso del Martes Santo fue el anuncio de la muerte del Señor. Ese día se hallaba Jesús en casa de Simón, el leproso al que había curado milagrosamente. Durante la cena una mujer hace su entrada en la casa, era María. La mítica mujer arroja un perfume sobre los pies de Jesús, luego los besa y seca con sus cabellos. Al ver esta escena, las personas de la casa se encolerizan con ella, diciendo que el perfume podría haber servido como mercancía para vender y beneficiar luego a los pobres. Sin embargo, ante el asombro general, el Señor defiende a María diciendo: “Esto ha sido como una preparación para mi entierro”. El mito cristiano sostiene que es en este momento en el cual anuncia Jesús su muerte, causando un gran pesar entre sus discípulos.
MIÉRCOLES SANTO
El Miércoles Santo es el día de la entrega y la traición. Este día se recuerda el momento en que Judas, uno de los doce discípulos del Señor, se pone de acuerdo con los enemigos de Jesús y se ofrece a entregarlo a cambio de 30 monedas de plata. Es el comienzo de la mortal confabulación.
EL SACRO TRIDUO PASCUAL
Tiene su comienzo en la tarde del Jueves Santo con la celebración de la «Misa vespertina de la Cena del Señor» y se extiende hasta las vísperas del Domingo de Resurrección. Los días del Triduo muestran momentos de una misma y única Pascua de Cristo. Sin embargo, los distintos avatares por los que ha pasado el año litúrgico y la necesaria pedagogía de la liturgia han desplegado su riqueza en el espacio de tres días y han desarrollado una contenida «dramatización ritual» que ayuda a visualizar los misterios centrales de la fe cristiana y a reproducir los necesarios sentimientos de adhesión al misterio que se celebra.