En la tarde del Miércoles Santo tanto en San Pablo de la Luz como en el Sagrado Corazón de Villalegre han quedado instalados «el Monumento», en donde se custodiará el Santísimo Sacramento desde la tarde del Jueves Santo hasta la tarde del Viernes Santo.

Al término de la Misa de Jueves Santo, que conmemora la institución de la Sagrada Eucaristía y del sacerdocio de la Iglesia, el tabernáculo queda vacío en memoria de la muerte de Jesús. Se hace entonces la reserva del Santísimo Sacramento en un lugar especial, tradicionalmente denominado «Monumento».

De esa manera, desde la noche de Jueves Santo hasta la Misa de Resurrección los sagrarios de todas las iglesias quedan sin hostias, para mejor simbolizar la trágica ausencia de Nuestro Señor “crucificado, muerto y sepultado”. No obstante, la Iglesia introdujo en esos días la costumbre de guardar o reservar en un lugar aparte las hostias consagradas. Fue ése el origen remoto de la ceremonia del traslado del Santísimo Sacramento al “Monumento”.