TRIDUO PASCUAL – Pasión, Muerte y Resurrección. Todo lo hizo por nosotros

Jueves Santo en la Cena del Señor

18 de abril de 2019

San Pablo – La Luz 17:00 h Cena del Señor – 19:30 Hora Santa

Sagrado Corazón de Jesús – Villalegre 18:00 h Cena del Señor – 20:30 Hora Santa

Con la Misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella cena en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los Apóstoles para que los asumiesen, mandándoles a ellos y a sus sucesores en el sacerdocio que también lo ofreciesen.

Jesús lava los pies de sus discípulos, para invitarnos a amar como él ha amado.

Y nos deja el don de la Eucaristía porque quiere estar siempre con nosotros.

Al entregar el misterio de la eucaristía a la Iglesia, Cristo instituyó también el sacerdocio.

Viernes Santo de la Pasión del Señor

19 de abril de 2019

San Pablo – La Luz,  Vía Crucis 11:30 – Pasión del Señor 17:00 h

Sagrado Corazón de Jesús – Villalegre  Vía Crucis 13:30 – Pasión del Señor 18:00 h

El Viernes Santo es el segundo día del llamado Triduo Pascual, el periodo durante el conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. En concreto, el Viernes Santo se recuerda la muerte en la cruz de nuestro Señor “Jesús”.Los sumos sacerdotes -las autoridades religiosas de la época- conspiraban contra Jesús de Nazaret porque este se proclamaba «el Hijo de Dios»; lo consideraban un «alborotador». ..
JESÚS ANTE PILATO Estas autoridades y quienes les seguían decidieron llevar a Jesús ante Poncio Pilato, quinto prefecto de la provincia romana de Judea. Este en principio no vio culpa en Él para condenarlo, pero finalmente se doblego a la presión de una multitud que clamaba por su condena y crucifixión.

Entonces, Pilato se lavó las manos con agua a la vista del pueblo, proclamándose «inocente de la sangre de este justo». Este gesto de ‘lavarse las manos’ es el origen de la expresión que llega hasta nuestros días.

Como era costumbre se debía liberar a un reo por la fiesta judía de la Pascua, Pilato decidió soltar a uno muy conocido que le llamaban Barrabás, cediendo así a la presión de la muchedumbre.

DESPOJADO, HUMILLADO Y ESCARNECIDO, a Jesús le despojaron de sus vestiduras, las cuales se echaron a suerte, le colocaron una corona de espinas en la cabeza, y le golpearon, le escupieron y le escarnecieron. Le hicieron cargar con su propia Cruz hasta un monte a las afueras de Matusalén llamado Gólgota, lugar del calvario o de las calaveras, debido a la forma de calavera que tenían las rocas de una de sus laderas. En ese monte fue crucificado entre dos ladrones y bajo un cartel que decía ‘Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos’, origen de las siglas y de la expresión INRI, los judíos protestaron a Pilato, pidiéndole que cambiara la redacción por «él ha dicho: yo soy el Rey de los Judíos». Pero Pilato se lo negó con esta famosa réplica: «Lo escrito, escrito está».


EL BUEN LADRÓN Y EL MAL LADRÓN uno de los ladrones crucificados junto a Jesús le atacaba, diciendo: «Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros». Pero el otro crucificado le reprendió diciendo: «¿Cómo, ni siquiera tú temes a Dios, estando como estás en el mismo suplicio? Nosotros, la verdad, lo estamos justamente, pues pagamos la pena merecida por nuestros delitos, pero Éste nada ha hecho». Y se dirigió a Jesús: «Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». Y este le contestó: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso».

Y Jesús antes de morir exclamó con una «desgarradora» voz: «ELI, ELI, LAMMA SABACTHANI», que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Y justo antes de expirar dijo: «Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu».

Sábado Santo de la Sepultura del Señor

20 de abril de 2019

Sagrado Corazón de Jesús – Villalegre  20:00 h Vigilia Pascual

Durante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte, su descenso a los infiernos, y se abstiene absolutamente del sacrificio de la Misa, quedando desnudo el altar hasta que, después de la solemne Vigilia o expectación nocturna de la resurrección, se inauguren los gozos de la Pascua, con cuya exuberancia iniciarán los cincuenta días pascuales.

Vigilia Pascual Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor, y la Vigilia que tiene lugar en la misma, conmemorando la noche santa en la que el Señor resucitó, ha de considerarse como «la madre de todas las santas Vigilias» (San Agustín).

Durante la vigilia, la Iglesia espera la resurrección del Señor y la celebra con los sacramentos de la iniciación cristiana. Los fieles, tal como lo recomienda el Evangelio (Lc 12,35-48), deben asemejarse a los criados que con las lámparas encendidas en sus manos esperan el retorno de su Señor, para que, cuando llegue, los encuentre en vela y los invite a sentarse a su mesa.

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