Iniciamos el mes de mayo, todo el pueblo de Dios manifestamos nuestro amor y devoción a la Virgen María con intensidad y fervor del hijo que busca a su madre. En este mes, es tradición rezar en casa con la familia. Las restricciones de la pandemia nos han “obligado” a valorizar esta dimensión doméstica, también desde un punto de vista espiritual.
Por eso, hemos pensado proponer a todos que redescubramos la belleza de rezar a la Madre con mayúsculas en casa durante el mes de mayo. Podemos rezarlo juntos o de manera personal, apreciando lo bueno de ambas posibilidades. Pero, en cualquier caso, hay un secreto para hacerlo: humildad y sencillez; y es fácil. Contemplemos juntos el rostro de Cristo en el corazón de María, nuestra Madre, Ella nos unirá todavía más como familia espiritual y nos ayudará a superar esta prueba. Rezaremos especialmente por los que más sufren, y recemos por unos por otros.
Iniciamos esta oración hasta el domingo 3 de mayo y posteriormente cada lunes haremos una entrega pata la semana completa. En esta ocasión dedicaremos cada día a una advocación mariana en Asturias. Recorreremos toda la geografía asturiana y rezaremos con cada una de ellas.