He sido invitado por Félix a escribir algunas reflexiones sobre el tiempo litúrgico del Adviento. Agradezco su propuesta y la oportunidad para compartir con los fieles de la Unidad Parroquial Villalegre-La Luz el sentimiento de gozo que suscita en todo creyente este tiempo de gracia.
A lo largo de la tradición cristiana el Adviento se asocia, fundamentalmente, a la idea de esperanza, entendida como la realización definitiva de la promesa divina de salvación, que se hizo realidad en Cristo y cuya culminación definitiva constituye el horizonte de todo el misterio cristiano. En este sentido, es profundamente simbólico el hecho de que el testimonio final de S. Juan en su Apocalipsis sean estas palabras: “Ven, Señor, no tardes”.