I JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES

El  domingo 19 de noviembre la Iglesia celebra la I Jornada Mundial de los Pobres. Una invitación que el Santo Padre dirige a toda la Iglesia, así como a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que escuchen el grito de ayuda de los pobres.

Creer en Dios significa trabajar por, para y con el pobre

Jesús se nos muestra como alguien que está siempre a favor de los que sufren, los maltratados, los pobres. Aquellos que viven en el desprecio, la marginación o la opresión y para quienes la vida no ofrece horizontes de posibilidad. Incluso aquellos que se sienten alejados de Dios porque así se lo ha hecho ver la sociedad.

Por eso, cuando Jesús anuncia la llegada del Dios que quiere reinar entre los hombres, se dirige a los pobres como los primeros que han de escuchar este anuncio como una buena noticia: «El Espíritu del Señor está sobre mí y me ha ungido para que dé una Buena Noticia a los pobres» (Lc 4, 18). Jesús anuncia, el Reino de Dios es bueno para los pobres, para todos los  que viven en necesidad. Se trata  de los indigentes, los indefensos, las víctimas de los poderosos, personas incapaces de defender sus derechos frente a los abusos de los fuertes, gentes a las que nadie hace justicia, para las que no hay sitio en la sociedad ni en el corazón de las personas.

 

Los pobres son “personas” necesitados de amor y de justicia.

Esta manera de mirar al pobre viene exigida por el mismo Jesús que se identifica para siempre con los pequeños, los que tienen hambre, los que están desnudos, los enfermos, los encarcelados. «En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis » (Mt 25, 40).Defender siempre a los débiles, los que viven agobiados por el peso de la vida, del olvido, de la enfermedad, de la miseria, de la soledad. Los que están desamparados. Los que no pueden valerse por sí mismos. Nosotros hablamos de «pobres», pero Jesús habla muchas veces de “los pequeños”, los que no tienen poder ni fuerza para defenderse, los que no son «grandes» en nada

 

¿Quién piensa en esas personas despojadas de futuro, metidas en un túnel sin salida?

Nuestra sociedad está dominada por el deseo y la idolatría del dinero. En la sociedad consumista se respira un clima en el que apenas cuentan otros valores si no es el dinero, el éxito, el consumo, el bienestar, el fin de semana, el último modelo de coche, la moda. En esos ambientes se habla de la crisis, pero no se escucha el grito de los que sufren. Se protesta de la situación política, pero se vive cada vez mejor.

El compromiso cristiano significa estar siempre defensa de las personas: ayudar a los pobres, a los parados, luchar contra la discriminación, reaccionar contra el rechazo a los extranjeros, defender a los maltratados por la sociedad, estar junto a los presos, sostener a la familia que se hunde. En una palabra, buscar siempre el bien de la persona, defender sus derechos y su dignidad.

Mensaje_del_Papa_Francisco_Jornada_Mundial_de_los_Pobres[1]

Galería de imágenes con  frases del Papa Francisco

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