En este tiempo en el que esperamos y acogemos a Dios que nace en nuestras vidas, es bueno mirar al tiempo vivido y volver a sentir todo aquello que nos conmovió y nos alegró a lo largo del año, lo que nos fue ayuda, ejemplo y orientación en el camino. Por eso os invitamos a integrar en el Belén de vuestros hogares, personas y lugares que queremos o por los que sufrimos, al estar cerca del Niño y formar parte de nuestra realidad, nos ayudará a comprender mejor el misterio de la Encarnación, a sentir de una manera más real al DIOS-CON-NOSOTROS.
Es bueno pensar en los regalos que nos hace Dios: la familia, los amigos, la comunidad… un nuevo año abierto a la esperanza en el que de nuevo cuenta con nosotros -a pesar de nuestras limitaciones- para construir su Reino.
Os felicitamos de todo corazón, y os invitamos a seguir compartiendo la vida que Él nos ofrece, sólo en comunidad puede ser su VIDA, la vida que Él quiere.