Domingo, 3 de noviembre de 2019 — 31º del Tiempo Ordinario
Igual que Zaqueo abrió su corazón a la salvación que Dios le ofrecía y aceptó la realidad de su fracaso y reorientó su vida, empecemos nosotros a construir de nuevo nuestro futuro pero esta vez apoyado en la realidad: no en el cuidado de la imagen y las apariencias sino en el amor y en la confianza en Dios.
Lectura del libro de la Sabiduría (11,22–12,2):
Señor, el mundo entero es ante ti como un grano en la balanza,
como gota de rocío mañanero sobre la tierra.
Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes
y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,11–2,2):
Hermanos:
Oramos continuamente por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe…
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,1-10):
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí….