DOMINGO DE CÁRITAS
Termina el año litúrgico, y la Iglesia lo dedica a Jesucristo, ya que en El convergen todas las causas justas del mundo. Por encima de las catástrofes y de la destrucción, aparece en el horizonte nuestro Señor Jesucristo. Él, nos pide que todos seamos hermanos, que los pueblos no tengan fronteras, que la caridad y el amor broten de nuestros corazones hacia los más desfavorecidos, porque su reinado solamente se puede celebrar y entender desde la solidaridad más universal.
En este Domingo de Cáritas, queremos agradecer, como siempre, vuestra generosidad. Sin vuestra oración y aportación económica no sería posible acompañar a tantas personas que se acercan a nuestra puerta con la esperanza de encontrar una mano amiga dispuesta, en nombre de Jesucristo, a buscar soluciones a su situación de precariedad y pobreza.
Pero no solo la colecta ha de ser el fruto de esta celebración, sino especialmente que «como cristianos encontremos siempre en la caridad, en la fe y en la esperanza el fundamento de nuestro ser y nuestro actuar y mantengamos vivo el llamado a los valores de libertad, responsabilidad, fraternidad y solidaridad.». De este modo, llegaremos siempre a Dios por el amor