Corona de Adviento – «Encendemos la Primera Vela»

Debemos vigilar con los ojos puestos en el Señor, que vino, viene y vendrá. Y queremos que la nuestra sea una “vigilancia desde la Fe y la Fraternidad”.

Descubramos  a Jesús como el enviado por Padre, que, haciéndose uno de nosotros, vino en esa primera Navidad para enseñarnos el rostro del Dios del amor. Y también como el que vendrá glorioso al final de los tiempos y a quien debemos esperar con vigilancia y fidelidad.

Entre esas dos venidas, queremos descubrirle en cada hombre y mujer del mundo entero; porque hoy viene a nosotros en estos nuestros hermanos, y de un modo especial, en los más necesitados, que esperan nuestro anuncio y nuestra caridad. “Que Jesús resucitado nos encuentre vigilantes y preparados para reconocer su rostro y correr hacia nuestros hermanos, para llevarles el gran anuncio: «¡Hemos visto al Señor!»” (san Juan Pablo II).

ACTITUD DE FE Y VIGILANCIA.-Por la fe no solamente admitimos un cierto número de verdades o proposiciones contenidas en el Credo, sino que llegamos a la percepción y conocimiento de la presencia misma del Señor en los sacramentos, en su Palabra, en la asamblea cristiana y en el testimonio de cada uno de los bautizados. Sensibilizar nuestra fe equivale a descubrir al Señor presente entre nosotros.

La vigilancia no debe entenderse solamente como defensa del mal que nos acecha, sino como expectación confiada y gozosa de Dios que llega, que nos salva y libera de ese mal. La vigilancia es una atención concentrada hacia el paso del Señor por nuestra vida.

Oración para la Primera semana

Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primera semana de Adviento, queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!, ¡Ven, Señor Jesús!.

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