Hace algunos días me sorprendió un espot publicitario de una cadena de radio que partía de esta pregunta ¿Qué es lo que no puede faltar en tu Navidad? las respuestas eran de toda índole, uno decía «la comida familiar» otro «una partida de cartas», otro «los regalos» y así hasta el final. Nadie contestó que lo que no podía faltar en tu Navidad es Jesús, su Nacimiento, la razón de ser de esta fiesta. Dios viene a verte: «hoy nos ha nacido el salvador». Este es el fundamento y la razón de nuestra celebración, no digo yo que lo demás no esté bien, lo está, pero es secundario.
Durante todo el año contemplamos a ese Niño agazapado en el pecho de su Madre, la Virgen de la Luz, ese Niño que quiere encontrar casa y corazón que le acoja. Para nosotros y nuestra devoción a la Virgen no es un pensamiento simple, es la expresión de la mediación de María. No sólo creemos que la Virgen nos acompaña siempre, sino que en verdad lo experimentamos. La Imagen de la Virgen de la luz está aquí desde el siglo XVIII y da nombre a este lugar, la Ermita, la casa de la Virgen de la Luz. Ella es una vecina más de Villalegre y del barrio de la Luz, es una vecina singular que tiene siempre su casa abierta y sus oídos prestos para escuchar, para atender, para servir a quién la necesite. Dios nos ha llegado por María, y Ella sigue siendo camino seguro que nos lleva hasta El. Ella nos lo trae también en esta Navidad.
La Ermita ha sido siempre y lo es hoy también casa abierta, casa encendida, lugar de encuentro. Nadie que entre sale igual. La Virgen de la Luz es canal a través del cual muchas personas se encuentran con Cristo, viven su fe y trabajan por los pobres y los que sufren. Nuestra vida no se entiende sin la relación fuerte con la Virgen que nos trae la Luz, que da a luz regalándonos la presencia del Dios vivo, por eso este año colocamos el Sagrario en el lugar central de presbiterio. Cristo en el centro de nuestra vida. Y hemos enriquecido la Ermita con la imagen de San José, un regalo de las Siervas de Jesús de Gijón. San José con su humildad y silencio está siempre junto a María que alumbra a Jesús en Belén.
Feliz y santa Navidad queridos amigos y feligreses, que el amor de Dios nos inunde con su luz y su alegría. Feliz Año Nuevo para todos. Un fuerte abrazo.
José Juan, párroco.