Perdonar a los hermanos –y perdonarme– es una forma de amar que reconocer la limitación propia y la supera porque el amor va más allá de los límites que marca nuestra debilidad. Vivir el perdón y la reconciliación en la comunidad cristiana es la mejor forma de dar testimonio del amor que nos une.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (14,21b-27):
…. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Segunda lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (21,1-5a):
…. Ellos serán su pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.»
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Todo lo hago nuevo.»
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Todo lo hago nuevo.»
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (13,31-33a.34-35):
… Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros….