El esfuerzo de la conversión personal
Durante este tiempo de Cuaresma, meditemos sobre el Misterio Pascual de Jesús y cómo Jesús, por amor, ofrendó su vida para el perdón de los pecados de toda la humanidad, los cometidos y por cometer. Los tuyos y los míos.
El esfuerzo de conversión personal que nos pide el Señor debemos ejercitarlo todos los días de nuestra vida, pero en determinada épocas y situaciones –como es la Cuaresma- recibimos especiales gracias que debemos aprovechar.
La conversión que nos pide el Señor, debe partir de un rechazo firme de todo pecado y de toda circunstancia que nos ponga en peligro de ofender a Dios. Y así lo haremos, por la misericordia divina, con la ayuda de la gracia.
Fomentemos un sincero arrepentimiento de nuestros pecados y luchemos por quitar toda rutina al acercarnos al sacramento de la Misericordia divina. La Virgen, refugio de los pecadores nos ayudará a tener una conciencia delicada para amar a su Hijo y a todos los hombres, a ser sinceros en la Confesión y a arrepentirnos de nuestros pecados con prontitud.
ORACION
“Iluminarnos Señor para poder iluminar; que nos aclaremos para poder aclarar; que nos purifiquemos para poder purificar”. Señor que este tiempo de Cuaresma sea un camino de conversión y de orientación de nuestra voluntad hacia Ti Dios nuestro Señor para que Tú y solamente Tú, seas el que se lleve los frutos de nuestra viña.