«El corazón del pesebre comienza a palpitar cuando, en Navidad, colocamos la imagen del Nino Jesús. Dios se presenta así́, en un niño, para ser recibido en nuestros brazos.
En la debilidad y en la fragilidad esconde su poder que todo lo crea y transforma. Parece imposible, pero es así: en Jesús, Dios ha sido un niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor, que se manifiesta en la sonrisa y en el tender sus manos hacia todos»
HORARIOS CELEBRACIONES NAVIDAD – 2021
Este es el horario de celebraciones de Navidad 2021. Es tiempo de cuidarnos los unos a los otros, seamos responsables y sigamos cumpliendo las normas.
Pronto celebramos el nacimiento de Jesús y desde la Unidad Pastoral estamos cuidando cada detalle con cariño en medio de esta pandemia. Para ello, hemos elaborado un horario de celebraciones de Navidad teniendo en cuenta el momento que estamos viviendo como sociedad.
Desde la Unidad Pastoral seguimos trabajando para que las celebraciones de Navidad se desarrollen de forma segura. Por ello, es muy importante seguir las normas establecidas y las indicaciones que se hagan.
Y recuerda: Es tiempo de cuidarnos los unos a los otros.
María, José y el Niño Jesús.
María es una madre que contempla a su hijo y lo muestra a cuantos vienen a visitarlo. Su imagen hace pensar en el gran misterio que ha envuelto a esta joven cuando Dios ha llamado a la puerta de su corazón inmaculado. Ante el anuncio del Ángel, que le pedía que fuera la madre de Dios, María respondió con obediencia plena y total. Sus palabras: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38), son para todos nosotros el testimonio del abandono en la fe a la voluntad de Dios. Con aquel “sí”, María se convertía en la madre del Hijo de Dios sin perder su virginidad, antes bien consagrándola gracias a Él. Vemos en ella a la Madre de Dios que no tiene a su Hijo solo para sí misma, sino que pide a todos que obedezcan a su palabra y la pongan en práctica(cf. Jn 2,5).
MARÍA DE NAZARET, la Madre de Jesús. Es la Madre de Dios. Es Madre de Cristo total. Ella es la Mujer creyente que llevó a Jesús en su seno y lo dio a luz virginalmente y lo recostó entre pañales. Ella es figura de la comunidad de los creyentes, dando testimonio de Cristo en la historia y engendrando en su seno a los hombres de la nueva creación. El «sí» de María floreció en Belén en la Palabra; su «hágase» de la anunciación fue el fruto bendito de la natividad, mientras Ella, madre y modelo del pueblo creyente, seguía peregrinando en la fe y «conservando todas estas cosas y meditándolas en su corazón» .Junto a María, en una actitud de protección del Niño y de su madre, está San José́ y que juega un papel muy importante en la vida de Jesús y de María. Él es el custodio que nunca se cansa de proteger a su familia. Cuando Dios le advirtió de la amenaza de Herodes, no dudó en ponerse en camino y emigrar a Egipto (cf. Mt 2,13-15). Y una vez pasado el peligro, trajo a la familia de vuelta a Nazaret, donde fue el primer educador de Jesús niño y adolescente. José llevaba en su corazón el gran misterio que envolvía a Jesús y a María su esposa, y como hombre justo confió siempre en la voluntad de Dios y la puso en práctica.
JOSÉ DE NAZARET, el esposo de María, el padre adoptivo de Jesús. Siempre fiel y obediente. Siempre abierto a la providencia de Dios y de los hombres. Siempre discreto y en segundo plano. Siempre necesario e imprescindible. Es el José que sube con su grávida esposa María hasta Belén; el José que acuna al niño; el José que recibe a los pastores y a los magos de Oriente; el que se pone en marcha y en camino cuando Herodes buscaba al niño para hacerlo desaparecer. Navidad es tiempo también excepcional para escuchar, en el silencio y en la admiración, el «sí» de José.
JESÚS, el hijo de Dios, el hijo de mujer. Es niño recién nacido, envuelto en pañales y reclinado en un pesebre. Es niño anunciado por los ángeles, adorado por los pastores, buscado, adorado u obsequiado por los magos, odiado y perseguido con sangre inocente por Herodes, tomado en brazos y reconocido por los ancianos Simeón y Ana. Es el hijo de Dios hecho carne. Es el hijo de María, alumbrado de sus purísimas entrañas y acostado por ella, acompañada y servida siempre por José, en el pesebre. Es la gran gloria de Dios en la mayor de las precariedades humanas. «Lo esperaban poderoso y un pesebre fue su cuna; lo esperaban rey de reyes y servir fue su reinar».