DOMINGO DÍA DEL SEÑOR — 2º DE CUARESMA

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Domingo, 17 de marzo de 2019 — 2º DE CUARESMA

De nuestros padres, de nuestros mayores, hemos recibido una herencia cristiana, una herencia de fe. Fue el mejor tesoro que nos pudieron dar. Nos lo dieron con amor. Ahora es nuestra responsabilidad que esa fe esté viva, que ser cristianos sea algo más que un mero nombre. No siempre es fácil vivir como cristiano. En el trabajo, en casa, con los amigos, con los hijos. A veces surgen problemas. Hay momentos difíciles. Pero sabemos que Jesús siempre está con nosotros.

Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (15,5-12.17-18):

… «Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra.»—-

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,17–4,1):

…  Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo…

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,28b-36):

…   «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»….

 

17 Marzo: DOMINGO DE CÁRITAS

El Señor nos convoca el domingo, día en que hacemos memoria de su resurrección, para comunicarnos su palabra de vida nueva que nos invita a examinar nuestra vida y los frutos que damos, es decir, nuestras obras. Que esta celebración sea ocasión de humilde conversión para que los frutos de nuestra vida sean obras buenas que nazcan de un corazón que rebosa de su gracia, para que podamos servir mejor al designio de Dios y a las necesidades de nuestros hermanos.
Hermanos y hermanas hoy es DOMINGO DE CÁRITAS. Nuestra caridad debe estar llena de fe. Es el mismo amor a Cristo y a los hermanos lo que celebramos en la Eucaristía y procuramos llevar en acciones concretas de ayuda a los necesitados. Que este domingo, en que tenemos presente, de una forma especial a los más pobres, ayude a renovar nuestro compromiso y a intensificar nuestra ayuda para paliar su necesidad.

15 MARZO 2019 SEGUNDO VIERNES DE CUARESMA EN LA ERMITA: «La Cuaresma es un tiempo de penitencia».

La Cuaresma es un tiempo de penitencia

Una penitencia especialmente grata al Señor es aquella que recoge con verdadero amor las muestras de caridad y tiende a facilitar a otros el camino hacia Dios, haciéndoselo más amable.

El Señor nos pide que seamos motivo de alegría y luz para toda la Iglesia. Hagamos una penitencia discreta, pero alegre, inadvertida en medio del mundo, pero traducida en hechos concretos.

Jesús nos invita a ir más allá, a no conformarnos con la posición cómoda de mínimos. No pongamos freno a la acción del Espíritu Santo que quiere y necesita  hacer más en nosotros. Ayúdanos Jesús a darlo todo en este tiempo de crecimiento que es la Cuaresma.

Estar constantemente atentos y vigilantes a nosotros mismos a nuestra alma es el camino necesario, ineludible para poder llegar a vivir esta Cuaresma con sentimiento. Es el sendero del cual no podemos prescindir para tener bien dominada toda esa corriente que son los sentimientos, de manera que no perdamos nada de la riqueza que ella nos pueda aportar, pero tampoco nos dejemos arrastrar por la corriente, que a veces puede llevarnos lejos de Dios nuestro Señor.

Toda la Cuaresma, con su constante invitación a la penitencia, a la conversión, es un hermoso recordatorio de cómo Dios nuestro Señor nos quiere, a todos y cada uno de nosotros, plenamente santos, absolutamente santos. “Purifíquense de todas sus iniquidades, renueven su corazón y su espíritu, dice el Señor”.

Hagamos de la Cuaresma un camino de enriquecimiento, un camino de encuentro más profundo con Cristo, un camino en el que al final, la Cruz de Cristo haya tocado todos los resortes de nuestra personalidad.

ORACIÓN

Señor, durante esta Cuaresma y durante todo el año, ayúdame a ser agente de reconciliación fraterna, comenzando con mis propias relaciones, para que pueda ofrecerme yo mismo como hostia viva agradable a Ti.