Entrevista a Carmen Gutiérrez- Trabajadora Social. Cáritas

Este domingo 18 de noviembre celebramos la II Jornada Mundial de los pobres 2018, y el lema de este año es “Este pobre gritó y el Señor lo escuchó”

 

Jornada mundial, pobreza, parece que estamos hablando de algo lejano. Pero la realidad es que está a la puerta de casa, en nuestro entorno más cercano.
Pedimos la opinión sobre este tema a Carmen Gutiérrez Fernández, Trabajadora Social de Cáritas en el Arciprestazgo de Avilés, Técnico del equipo de apoyo a las Cáritas Parroquiales para conocer esta realidad más cercana.

Pregunta: ¿Qué le sugiere la palabra pobreza?
Carmen Gutiérrez: Cuando escuchamos el termino pobreza, a casi todos lo primero que se nos viene a la mente es la falta de recursos económicos. Pero la pobreza abarca mucho más que eso, toca numerosos aspectos de la vida de las personas que la sufren y padecen. Condiciona su salud, su formación, su ocio, sus relaciones personales, sus motivaciones, sus oportunidades….
Resumiendo, no podemos limitar la pobreza a lo económico, ya que desgraciadamente es multidimensional, por eso actualmente hablamos de exclusión social, que no solo abarca escasez de recursos económicos, sino también las dificultades de acceso a los derechos básicos, como la salud, la educación o la vivienda, y el aislamiento social.

P: ¿Podemos decir que la pobreza hoy es la misma que la que hubo a finales de 2015?
C.G.: En 2015 estábamos inmersos en una profunda crisis, y aunque se dice que estamos saliendo, desde Cáritas constatamos que esa idea no se corresponde con la realidad. Numerosos estudios, como el informe de la Fundación Foessa nos hablan de la aparición de fenómenos como la transmisión de la pobreza (se hereda de padres a hijos), además del aumento de la brecha de la desigualdad social ….. en muchos aspectos, la situación es más compleja si cabe.

P:¿Es posible reducir la pobreza significativamente o hay un núcleo duro de pobreza que es muy difícil de romper?
C.G.: A este respecto, en Europa se tiene en cuenta, lo que se llama el umbral de la pobreza, que no es más que es una medida estadística que se calcula en base a un porcentaje aplicado a la renta media del país. Este umbral ayuda a definir, dos tipos de pobreza en relación a lo planteado en la pregunta. Pobreza relativa, que es la situación que viven muchas familias con escasez de recursos económicos para cubrir sus necesidades básicas y pobreza absoluta o severa, que se refiere a una escasez casi total o total de recursos económicos.
Nosotros lo analizamos no solamente desde un aspecto económico, sino en clave de proceso dinámico, con lo que esto supone, una persona puede estar en una situación de vulnerabilidad social y pasar a situación de exclusión, y viceversa.

P: ¿Dónde se encuentran las principales dificultades para hacer frente a la pobreza, no a las personas pobres?
C.G.: Desde Cáritas entendemos la pobreza como una situación y no como una cualidad personal, por eso no hablamos de personas pobres, sino que de personas que atraviesan una situación de pobreza, que es muy diferente.
Las dificultades para hacer frente a esa situación se encuentran en todos los aspectos señalados anteriormente, dependiendo de la persona, el acento puede estar en menor o mayor medida presente en unos u otros.
Por eso para Cáritas, es tan necesario poder contar con recursos, económicos y humanos, para poder acompañar a las personas.

P: ¿Qué se puede hacer desde el punto de vista político, económico, etc. para vivir en una sociedad que integre a las personas pobres?
C.G.: Apostar por políticas que garanticen un sistema de rentas mínimas, salario social en el caso de Asturias, como derecho subjetivo de las personas, asegurando unos recursos mínimos para la subsistencia y a su vez, siendo instrumento en los procesos de inclusión social, constituyendo una prestación básica para la ciudadanía.
Debemos luchar por que su funcionamiento garantice sus necesidades básicas y a la vez promocione la inclusión social e incorporación laboral de las personas y no se convierta en una condena a vivir en el umbral de la pobreza eternamente.

P: Y un ciudadano ¿qué puede hacer?
C.G.: Hay un lema de una campaña de Cáritas que dice “Tu compromiso, mejora el mundo”. Tenemos la obligación como ciudadanos y como cristianos, de construir una sociedad que transforme el mundo, que no se indiferente a las injusticias, que se comprometa…en definitiva debemos dejar de ser meros espectadores y participar, convertirnos en los agentes del cambio.

Centrémonos ahora en nuestro entorno más cercano.
P: La situación en Cáritas del Arciprestazgo ¿ha mejorado con respecto a años anteriores?
C.G.: El perfil de la persona que acude a Cáritas ¿Cual es? ¿Ha variado?
No hay un perfil estándar, cada persona somos diferentes, al igual que las situaciones que atravesamos, la vida da muchas vueltas y ninguno estamos exentos de pasar por una situación de dificultad.

P: ¿Esta cronificada la pobreza en nuestro entorno?
C.G.: En algunos casos si en otros no, no se puede generalizar el término, en Cáritas apostamos por las capacidades de las personas.

P: ¿Cuáles son las necesidades más acuciantes de las personas que acuden a Cáritas?
C.G.: Muy diversas, apoyo para alimentación, para pagar algún recibo de suministro, para poder compra a un hijo unas plantillas ortopédicas, para material escolar, para poder pagar la excursión del colegio de un hijo….y junto con esta lista interminable, necesidad de ser escuchado, apoyado, acompañado, entendido y sobre todo, no juzgado, porque desgraciadamente la sociedad de alguna forma criminaliza las situaciones de pobreza.

P: ¿Cuál es el servicio que más demandan las personas que acuden a solicitar ayuda a Cáritas.?
C.G.: La Acogida y el Acompañamiento, sin esto en mayúsculas cualquier ayuda material sirve de poco, los voluntarios de Cáritas ponen su alma en acoger y acompañar a todo aquel que llega, poniendo a la persona en el centro, como protagonista de su propio proceso vital, respetando su dignidad, su autonomía y poniendo en valor sus capacidades, para superar la situación en la que se encuentra.

P: ¿Qué se hace desde la Cáritas Arciprestal? ¿Con que recursos cuenta?
Los recursos ¿son suficientes?
C.G.: Cáritas Arciprestal no cuenta con recursos propios, su única función es coordinar y ser el nexo de unión de las Cáritas Parroquiales, que son la base y el corazón de Cáritas.
Junto con las Cáritas Parroquiales, Cáritas tiene diferentes proyectos en el Arciprestazgo de Avilés. Ligado al programa de empleo, está Cáritas Labora, donde se acompaña en la búsqueda de empleo, junto con cursos de formación Laboral, como la Bioescuela (curso de agricultura ecológica) y el Taller Horizontes (curso orientado al empleo doméstico y ayuda a domicilio). Ligado al programa de personas sin hogar está la Casa de Acogida Luz Rodríguez Casanova en Vallinello, del Programa de Menores y Familia, el centro de día Colores y Arco Iris en Llaranes. Además de otros proyectos Arciprestales como el ropero y el Taller Compartir (economía doméstica).

P: Le pedimos una reflexión final como concienciación sobre la ayuda a los más necesitados
C.G.: Todos podemos comprometernos para ser agentes de cambio, formar parte de la solución y no dejarnos arrastrar por la indiferencia. Cada uno de la forma que pueda o sienta, haciéndose voluntario de Cáritas, siendo socio y colaborando económicamente, o ayudándonos a sensibilizar a la sociedad, empezando por nuestra comunidad cristiana, que debe ser el agente motor del cambio social.