1 de Enero: Solemnidad de Santa María, Madre de Dios

El año nuevo se abre en el nombre de la Madre de Dios.

VERDADERA MADRE:
María es verdadera Madre, ya que ella fue participe activo de la formación de la naturaleza humana de Cristo, de la misma manera en la que todas las madres contribuyen a la formación del fruto de sus entrañas. María es verdadera Madre porque Jesús es verdadero Hombre.

MADRE DE DIOS
Madre de Dios es el título más importante de la Virgen. Pero nos podemos plantear una cuestión: ¿Por qué decimos Madre de Dios y no Madre de Jesús? Algunos en el pasado pidieron limitarse a esto, pero la Iglesia afirmó: María es Madre de Dios. Tenemos que dar gracias porque estas palabras contienen una verdad espléndida sobre Dios y sobre nosotros. Y es que, desde que el Señor se encarnó en María, y por siempre, nuestra humanidad está indefectiblemente unida a él. Ya no existe Dios sin el hombre: la carne que Jesús tomó de su Madre es suya también ahora y lo será para siempre. Decir Madre de Dios nos recuerda esto: Dios se ha hecho cercano con la humanidad como un niño a su madre que lo lleva en el seno.

MADRE DE ADMIRABLES VIRTUDES
La Virgen María es madre, amor, servicio, fidelidad, alegría, santidad, pureza. La Madre de Dios contempla en sus brazos la belleza, la bondad, la verdad con gozoso asombro y en la certeza del impenetrable misterio.

TAMBIEN NUESTRA MADRE
María es también nuestra madre. Conocedora asidua de todo lo nuestro. Confidente discreta. Consejera oportuna. Consoladora, o quizás mejor, paño de lágrimas. Luz y fortaleza.
Que la presencia de María, ilumine nuestros pasos todos los días del año que hoy felizmente hemos iniciado.

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