Fiesta de la Sagrada Familia

El 31 de diciembre celebramos la fiesta de la Sagrada Familia, con el lema:

 

La familia, hogar que acoge, acompaña y sana

El misterio de la Navidad nos sitúa ante el portal de Belén, contemplando a Dios hecho carne. Es un acontecimiento que nos invita a acoger a la Palabra que acampa entre nosotros, de abrir el corazón a Dios encarnado en la fragilidad y ternura de un niño. Es una invitación a la acogida llena de afecto y agradecimiento. En este contexto, la Subcomisión para la Familia y defensa de la vida, dentro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, ha preparado los materiales para la Jornada de la Sagrada Familia que se celebra, este año, el 31 de diciembre. Entre ellos, este año también se ha editado el folleto para orar en familia en el que se proponen oraciones para rezar todos juntos durante los días de Navidad.

ORACIÓN PARA JORNADA DE LA SAGRADA FAMILIA*

Jesús, María y José, en vosotros contemplamos el esplendor del amor verdadero, a vosotros nos dirigimos con confianza.

Sagrada Familia de Nazaret, haz que también nuestras familias sean lugares de comunión y cenáculos de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas Iglesias domésticas.

Sagrada Familia de Nazaret, que nunca más en las familias se vivan experiencias de violencia, cerrazón y división: que todo el que haya sido herido o escandalizado conozca pronto el consuelo y la sanación.

Jesús, María y José, escuchad y atended nuestra súplica. Amén.

MONICIÓN*

La solemnidad de la Natividad del Señor tiene como su continuación en la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret que hoy celebramos. Dios se ha hecho carne en las entrañas de María siempre Virgen, y ha nacido en Belén para nuestra salvación.

Contemplar cómo María lo envuelve en pañales y lo recuesta en el pesebre (Lc 2, 7) es un modo privilegiado de comprender cómo cada familia acoge la vida humana, la cuida y la acompaña desde su concepción.

Como nos recuerda el papa Francisco, junto a María destaca la figura de san José. «Él cuidó y defendió a María y a Jesús con su trabajo y su presencia generosa, y los liberó de la violencia de los injustos llevándolos a Egipto» (Laudato si’, n. 242).

De este modo queremos fijar hoy nuestra mirada en Jesús, María y José, y adorar el misterio de un Dios que quiso nacer de una mujer, la Virgen santísima, y entrar en este mundo por el camino común a todos los hombres. Demos gracias a Dios por este gran misterio de la Sagrada Familia, que ilumina todo hogar cristiano y llena a la humanidad entera de esperanza y alegría.

*Conferencia Episcopal Española

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